Siento el susurro de los grillos
que transpira la constante
melodía del silencio.
Siento el aire fresco entre
mis labios, siento su caricia
helada atravesarme el corazón.
Siento la luz triste de la luna
y su reflejo alegre en la piscina.
Las lámparas de bombillas
obsoletas y los LEDs de brillo nuevo.
Cierro los ojos y me encuentro
con un paisaje oscuro.
La tenue iluminación de mil estrellas
pugna por forzar su entrada en
mi mente, pero yo le abro la puerta.
El cedro anciano acompaña
con cariño al ciprés balbuceante,
el nogal llama con gritos callados
a la pícea, que le responde
con el frotar de hojas y el
sentir de raíces profundas y ancianas.
Abro los ojos y la oscuridad se ha
hecho noche. El viento, caricia
y el cielo, extensión infinita
de áspera y verde hierba.
Mis pies se asientan sobre un
tapiz sin fondo de luces vivas.
Mi mundo se invierte y soy
incapaz de notar la diferencia.
La hiedra se erige en imponente
muro de abundancia.
Mis ojos se aclimatan a este mundo
de maravilla, y las maravillas
se me hacen terriblemente familiares.
Sonrío porque sé que, aunque
espectador participo en
mi creación. La pájaros
llevan horas sin piar porque
saben que han entrado en
tierra del sosiego.
Sonrío porque sé que es hermoso
y escaso y mío. Pero mío y regalado.
Sonrío porque veo alzarse a los
pinos como intentando llegar un cielo
demasiado lejano.
Y sonrío porque veo al cielo
extender una mano compasiva
para acariciar a sus hijos.
Espero que nuestro mundo
se a digno. Espero que nuestro
mundo se haga digno.
Si cierras los ojos, la nariz y la boca,
si cierras las manos muy fuerte
y haces de tu mundo concentración,
se oye en la lejanía el susurro
borboteante del arroyo que
me acompaña, sin hacer ruido,
sin pedir nada, sin llamar la atención,
cada día. Cada noche.
Gracias. Gracias por tu silencio y
gracias por tu sonido.
La noche cae sobre mí como mis
pensamientos sobre tí, y sé que es
hora de dejar mi lugar a otro
soñador.
En los extremos de mis labios
esgrimo una sonrisa como escondida.
Sé que debo irme y sé que lo único
que me llevo es una curva oculta
en mi rostro.
Nunca quise nada más.
Gracias, noche.
Mi cuerpo se va, mi mente se va.
Pero mis palabras permanecen.
Espero que sea suficiente.
miércoles, 6 de septiembre de 2017
lunes, 4 de septiembre de 2017
Ayuda
No quiero hablar de angustias
pero no me queda más opción.
A veces creo que pienso demasiado
aunque no sé si es posible siquiera.
Me quedan tantas cosas por hacer,
me quedan tantas cosas por sentir,
pero el fracaso siempre me acecha
por detrás, de la mano del miedo.
Sé que tengo que dejar atrás los
"y si" pero se me hace muy difícil.
No sé dar pasos adelante, no sé
perder y no puedo ganar.
Me dicen que mejora con el tiempo
pero de momento no lo ha hecho,
y los meses se me pasan tan rápido,
que cuando me llega el momento
de gritar ya no vale la pena.
Ya no sé qué hacer, qué no hacer.
Necesito ayuda pero no la sé aceptar.
Mi fachada de seguridad y confianza
se está quebrando.
Si no puedo mentir ni a los demás
ni a mí mismo, solo me queda
encarar la verdad:
Estoy perdido. No sé a donde ir
y no se caminar. No soy fuerte.
No soy sabio. No estoy satisfecho.
Miento. A todos. Lo siento.
Me haría promesas pero no las
sé cumplir.
No me encuentro.
No me busco.
Ayuda.
pero no me queda más opción.
A veces creo que pienso demasiado
aunque no sé si es posible siquiera.
Me quedan tantas cosas por hacer,
me quedan tantas cosas por sentir,
pero el fracaso siempre me acecha
por detrás, de la mano del miedo.
Sé que tengo que dejar atrás los
"y si" pero se me hace muy difícil.
No sé dar pasos adelante, no sé
perder y no puedo ganar.
Me dicen que mejora con el tiempo
pero de momento no lo ha hecho,
y los meses se me pasan tan rápido,
que cuando me llega el momento
de gritar ya no vale la pena.
Ya no sé qué hacer, qué no hacer.
Necesito ayuda pero no la sé aceptar.
Mi fachada de seguridad y confianza
se está quebrando.
Si no puedo mentir ni a los demás
ni a mí mismo, solo me queda
encarar la verdad:
Estoy perdido. No sé a donde ir
y no se caminar. No soy fuerte.
No soy sabio. No estoy satisfecho.
Miento. A todos. Lo siento.
Me haría promesas pero no las
sé cumplir.
No me encuentro.
No me busco.
Ayuda.
sábado, 2 de septiembre de 2017
Un invierno quemado
No hubiera sospechado, jamás
que de entonces, a ahora
me vería entre muertos colgado,
con la lanza del cobarde
en mi costado,
con el alma tan vacía
y con los labios congelados.
No hubiera creído, jamás
que de antes hasta luego
vería ardiendo los árboles
que cometí el error de plantar.
Que vería al leñador
intentando apagar
con lágrimas, el fuego.
Y acabé por dar fe, al final
de los huesos calcinados
del verdugo y sus víctimas.
Indiferenciados.
Del cadáver inmortal,
junto a la cruz carbonizada,
el invierno quemado,
la llama de vida alzada,
un hombre muerto,
un hombre vivo,
un hombre cansado.
domingo, 27 de agosto de 2017
La lengua de los sollozos
A veces hablas de sentimientos
que no conozco.
A veces lloras por cosas
que no puedo entender.
A veces me miras y sé
que envidias mi ignorancia
de la lengua de las lágrimas.
Lo siento.
Siento no poder corresponder
tu sufrimiento.
Siento no poder desviar
la mirada ante los surcos
que atraviesan tus mejillas.
Siento que tengas que ser
acompañada por un extranjero
como yo.
Al menos,
al menos creo que puedo
estar a tu lado, ignorante.
No sé detener tus lágrimas,
pero puedo beberlas.
No sé comprender tu boca,
pero puedo besarla.
No sé interpretar tu idioma,
pero espero
que lo que no puedo cubrir
en palabras,
sepa calmar en abrazos.
jueves, 24 de agosto de 2017
Tu estrella
Creo
que el momento
en que te das,
de forma verdadera
cuenta
de que eres feliz
es cuando
ves pasar
en el cielo
una estrella fugaz.
Y buscas
y piensas
y cierras los ojos
como entrando
dentro,
y lo único que encuentras,
lo único
que deseas
es que otro
hubiera visto
y deseado
tu estrella.
que el momento
en que te das,
de forma verdadera
cuenta
de que eres feliz
es cuando
ves pasar
en el cielo
una estrella fugaz.
Y buscas
y piensas
y cierras los ojos
como entrando
dentro,
y lo único que encuentras,
lo único
que deseas
es que otro
hubiera visto
y deseado
tu estrella.
domingo, 13 de agosto de 2017
Escribir en tu boca
Quiero escribir en tu boca
años de silencio.
Mirarte durante el día
para recordarte de noche.
Hacer saber a la Tierra
que si vale la pena es por ti.
Quiero robar al bosque vivo
su hojarasca,
para tejer con su vida muerta
una corona
digna de tu mirada.
Quiero pedir al suelo
que te sostenga eternamente
como eres.
Que te deje fluir tan libre
como te creo.
Quiero edificar con lágrimas
de alegría una cabaña
transparente,
para que el universo
recuerde lo que es
la belleza.
Quiero arder y renacer
en tus pupilas.
Quiero irme y no volver.
Quiero hacer de tu
milagro
un mundo nuevo
que no acabe.
años de silencio.
Mirarte durante el día
para recordarte de noche.
Hacer saber a la Tierra
que si vale la pena es por ti.
Quiero robar al bosque vivo
su hojarasca,
para tejer con su vida muerta
una corona
digna de tu mirada.
Quiero pedir al suelo
que te sostenga eternamente
como eres.
Que te deje fluir tan libre
como te creo.
Quiero edificar con lágrimas
de alegría una cabaña
transparente,
para que el universo
recuerde lo que es
la belleza.
Quiero arder y renacer
en tus pupilas.
Quiero irme y no volver.
Quiero hacer de tu
milagro
un mundo nuevo
que no acabe.
domingo, 6 de agosto de 2017
Ya soy yo
Hoy vengo cargado de palabras,
de palabras que seguirán intentando
sobrevivir después de que yo
no lo haya hecho.
Traqueteo tambaleante sobre los
neumáticos escocidos de un autobús
lleno de gente y vacío de significado.
Es en estos momentos de laxitud obligada
que me veo forzado a volver a la mente,
a volver a los engranajes girando y a
las metáforas mal hechas pero bonitas.
Tantas, tantas cosas se empeñan en
empañar mi mente de felicidad,
de satisfacción, de estómago lleno
y boca parlante. Me atraviesan, siempre,
cómo haciéndose pasar por momentos
que recordar, por obligaciones que
olvidar.
Pero no puedo. Mis convicciones llevan
demasiado tiempo clavadas en mi carne.
Hace tiempo que perdí mi tabula rasa,
hace tiempo que estoy más arañado
que el sofá de mi casa. Hace tiempo
que soy alguien y hace tiempo que
no me doy cuenta.
Hay personalidades que lo valen toda,
hay gente que no vale nada y hay personas
que no se miden en valor. Soy. Es suficiente.
Por primera vez puedo decir SOY sin temor a equivocarme. Sin temor a tomar en mi
boca las palabras de un muerto y sin
temor a no ser nada más que yo.
Es hoy, mientras el sol se pone, cuando
termino mi camino a la individualidad.
Ya no soy pedazos, ya no soy robado,
ya no soy vosotros.
de palabras que seguirán intentando
sobrevivir después de que yo
no lo haya hecho.
Traqueteo tambaleante sobre los
neumáticos escocidos de un autobús
lleno de gente y vacío de significado.
Es en estos momentos de laxitud obligada
que me veo forzado a volver a la mente,
a volver a los engranajes girando y a
las metáforas mal hechas pero bonitas.
Tantas, tantas cosas se empeñan en
empañar mi mente de felicidad,
de satisfacción, de estómago lleno
y boca parlante. Me atraviesan, siempre,
cómo haciéndose pasar por momentos
que recordar, por obligaciones que
olvidar.
Pero no puedo. Mis convicciones llevan
demasiado tiempo clavadas en mi carne.
Hace tiempo que perdí mi tabula rasa,
hace tiempo que estoy más arañado
que el sofá de mi casa. Hace tiempo
que soy alguien y hace tiempo que
no me doy cuenta.
Hay personalidades que lo valen toda,
hay gente que no vale nada y hay personas
que no se miden en valor. Soy. Es suficiente.
Por primera vez puedo decir SOY sin temor a equivocarme. Sin temor a tomar en mi
boca las palabras de un muerto y sin
temor a no ser nada más que yo.
Es hoy, mientras el sol se pone, cuando
termino mi camino a la individualidad.
Ya no soy pedazos, ya no soy robado,
ya no soy vosotros.
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