No hay mentira en tu silencio
En tus ojos que miran sin ver
No hay engaño, pero rezo
Por una palabra tuya, por saber
Miente, grita, sé cruel
O simplemente dime la verdad
Cualquier cosa, menos seguir
En el limbo de tus labios reposados
Dime, habla, clamo al cielo
Por ver un movimiento en tus pupilas
No hay emoción que valga
En el rostro que perfilas
Sé que la verdad duele
Y que la mentira es un opiáceo
Pero prefiero el dolor y el humo
A la ignorancia en que me tienes
No soy un paladín de la palabra
Ni poseo un pensamiento arrojadizo
Hablar primero es correr en melaza
Y mi ingenio es animal asustadizo
Advierto a la estatua de su mente
Que la mía es de silencio y de vergüenza
Que la noche cae, se alza nuevamente
Conmigo un centímetro adelante
Retrasado por cadenas autoimpuestas
Camino hacia una piedra pulida
Por la senda de palabras silenciadas
Y ojalá sea una senda compartida
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