domingo, 27 de agosto de 2017

La lengua de los sollozos

A veces hablas de sentimientos
que no conozco.
A veces lloras por cosas
que no puedo entender.
A veces me miras y sé
que envidias mi ignorancia
de la lengua de las lágrimas.

Lo siento.
Siento no poder corresponder
tu sufrimiento.
Siento no poder desviar
la mirada ante los surcos
que atraviesan tus mejillas.
Siento que tengas que ser
acompañada por un extranjero
como yo.

Al menos,
al menos creo que puedo 
estar a tu lado, ignorante.
No sé detener tus lágrimas,
pero puedo beberlas.
No sé comprender tu boca,
pero puedo besarla.
No sé interpretar tu idioma, 
pero espero 
que lo que no puedo cubrir
en palabras,
sepa calmar en abrazos.

jueves, 24 de agosto de 2017

Tu estrella

Creo
que el momento
en que te das,
de forma verdadera
cuenta
de que eres feliz
es cuando
ves pasar
en el cielo
una estrella fugaz.

Y buscas
y piensas
y cierras los ojos
como entrando
dentro,
y lo único que encuentras,
lo único
que deseas
es que otro
hubiera visto
y deseado
tu estrella.

domingo, 13 de agosto de 2017

Escribir en tu boca

Quiero escribir en tu boca
años de silencio.
Mirarte durante el día
para recordarte de noche.
Hacer saber a la Tierra
que si vale la pena es por ti.

Quiero robar al bosque vivo
su hojarasca,
para tejer con su vida muerta
una corona
digna de tu mirada.

Quiero pedir al suelo
que te sostenga eternamente
como eres.
Que te deje fluir tan libre
como te creo.

Quiero edificar con lágrimas
de alegría una cabaña
transparente,
para que el universo
recuerde lo que es
la belleza.

Quiero arder y renacer
en tus pupilas.
Quiero irme y no volver.
Quiero hacer de tu
milagro
un mundo nuevo
que no acabe.

domingo, 6 de agosto de 2017

Ya soy yo

Hoy vengo cargado de palabras,
de palabras que seguirán intentando
sobrevivir después de que yo
no lo haya hecho.

Traqueteo tambaleante sobre los
neumáticos escocidos de un autobús
lleno de gente y vacío de significado.

Es en estos momentos de laxitud obligada
que me veo forzado a volver a la mente,
a volver a los engranajes girando y a
las metáforas mal hechas pero bonitas.

Tantas, tantas cosas se empeñan en
empañar mi mente de felicidad,
de satisfacción, de estómago lleno
y boca parlante. Me atraviesan, siempre,
cómo haciéndose pasar por momentos
que recordar, por obligaciones que
olvidar.

Pero no puedo. Mis convicciones llevan
demasiado tiempo clavadas en mi carne.
Hace tiempo que perdí mi tabula rasa,
hace tiempo que estoy más arañado
que el sofá de mi casa. Hace tiempo
que soy alguien y hace tiempo que
no me doy cuenta.

Hay personalidades que lo valen toda,
hay gente que no vale nada y hay personas
que no se miden en valor. Soy. Es suficiente.
Por primera vez puedo decir SOY sin temor a equivocarme. Sin temor a tomar en mi
boca las palabras de un muerto y sin
temor a no ser nada más que yo.

Es hoy, mientras el sol se pone, cuando
termino mi camino a la individualidad.
Ya no soy pedazos, ya no soy robado,
ya no soy vosotros.