sábado, 8 de julio de 2017

Mente

Mañana huyo. Salto la valla
a una tierra de oportunidades
perdidas. Huyo y sé que
mirar atrás no es opción
cuando lo que abandonas
es tan oscuro.

Todos tenemos un hogar.
Casi todos. A veces duele
verle desvanecerse, con
tantos recuerdos que,
tememos, se escapen 
también sin un objeto
que los haga presentes.

Las palabras no valen
nada comparadas con
la realidad, y la 
realidad es dura, 
no perdona. Los hogares
huyen y con ellos
el pasado. Caemos
juntos al olvido 
de la mente podrida.
Nos alzamos separados,
libres de nosotros.

Maldita memoria,
maldita mente que, 
vacía y alegre se nos
da, rebosante y empapada
de lágrimas se nos quita.
Maldita mente.
Mente maldita.
Gracias por tu maldición,
no la olvidamos.
Aún.

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